REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
U.E.P.
C.E.D.I
DPTO. ORIENTACIÓN Y CONVIVENCIA
ACTIVIDAD DE ORIENTACIÓN Y CONVIVENCIA
LCDA. ELIZABETH FLORES
Actividad I de Orientación y Convivencia Para Todos los Estudiantes de Bachillerato
La actividad debe ser entregada para el día martes 14/04/2020, con capture y enviada al correo colegiocedimaracay@gmail.com, llevar en físico apenas reinicien las clases a cada profesor guía. Se agradece usar lápiz oscuro para que las fotos sean legibles.
El trabajo debe estar identificado con nombre de estudiante, año, sección y asignatura. La actividad de la misma forma debe estar identificada en el correo.
Instrucciones:
Esta actividad de resiliencia y empatía debe ser compartida y conversada en familia, luego en una hoja en posición horizontal, dividirla en dos segmentos con cada uno de los temas tratados como título, el alumno debe plasmar en dibujos su reflexión.
Esta hoja debe llevar margen de 2x2 centímetros superior e inferior, identificado con su nombre completo y año que cursa en la parte derecha inferior de la hoja.
Un cordial saludo reciba todo la gran Familia CEDI !!!
.
Bienvenidos a este nuevo lapso. Aportándoles material que estamos seguros les será de gran apoyo…
¿Qué es la Resiliencia?
Se entiende como la capacidad que posee la persona para hacer frente a sus propios problemas, superar los obstáculos y no ceder a la presión, independientemente de la situación.
Es el potencial de un individuo para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Se corresponde, de manera aproximada, con el término "entereza".
La teoría dice que la resiliencia es la capacidad del individuo de ser asertivo y tomar una decisión cuando se tiene la oportunidad de tomar una actitud correcta, a pesar de tener miedo de lo que eso puede causar.
Por consiguiente, esta cualidad se origina cuando la persona demuestra si sabe o no hacer frente a una situación de presión, superarla e integrar el aprendizaje a su vida.
Resiliencia en Adolescentes y Niños.
El desarrollo de una personalidad resiliente en niños y adolescentes es parte de su desarrollo emocional y social para lograr la adaptación al entorno de manera saludable.
Cuando se pone en práctica la resiliencia, se logran destacar las fortalezas y oportunidades de una situación negativa para seguir adelante en el proyecto de vida y esta es esencial para determinar la confianza, optimismo, autoestima y desarrollar así la capacidad de superación ante las adversidades.
Los especialistas afirman que la resiliencia está vinculada a la autoestima, por lo que es importante trabajar con los niños desde pequeños para que puedan desarrollar sanamente esta capacidad.
Según Michel Manciaux, conocedor de la materia, existen personas que al enfrentarse a un trauma o una desgracia permiten que éstas los superen, pero hay otras que no lo permiten y que consiguen continuar con su vida sin problemas, otras llevan esta actitud a un nivel superior y transforman ese trauma en algo positivo; es decir, que ese problema los ayuda a desarrollar recursos para sobrevivir, que creían no poseían.
Se sabe que un niño con buena autoestima se transformará en un adulto con buena capacidad de resiliencia, por lo que estará preparado para superar los obstáculos que encuentre a lo largo de su vida.
Es importante que a los niños se les guíe durante su primera etapa de vida de forma eficiente, a fin de que desarrollen una forma constructiva de enfrentarse a la vida; que se los motive positivamente para que puedan enfrentarse a las diversas situaciones que pudieran anteponerse en su camino y consigan sobrellevarlas sin sufrir un daño profundo.
¿Cómo podemos ser más resilientes?
La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida.
Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias. De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentarse a los diferentes retos de la vida.
¿Qué caracteriza a una persona resiliente?
· Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones.
El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades, las personas resilientes saben usarla a su favor, estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
· Son creativas.
La persona con alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
· Confían en sus capacidades.
Al ser conscientes de sus potencialidades limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
· Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender.
A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
· Practican la conciencia plena.
Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora, tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra, mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
· Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista.
Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
· Se rodean de personas que tienen una actitud positiva.
Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva.
Entonces podemos decir que, la resiliencia se encuentra en cada uno de nosotros, algunos la hemos desarrollado más que otros de forma inconsciente o consciente.
La vida incluye adversidades y seguramente vamos a vivir situaciones que pueden llevarnos a nuestro límite, poner a prueba nuestra fuerza y hacer que dudemos si realmente tenemos la capacidad y voluntad suficientes para no dejarnos vencer y seguir adelante. En estos momentos es donde necesitamos la resiliencia; la capacidad para adaptarnos, aprender y salir fortalecidos de las situaciones difíciles a la cual nos enfrentamos.
Profesora: Elizabeth Flores.
El Valor de la Empatía I
El Valor de la Empatía II
El Valor de la Empatía I